Lo primero que quiero comentar es que antes de servirnos la comida, pero con la bebida medido acabada, nos piden muy amablemente que nos levantemos de la mesa donde la propia camarera nos había sentado para dejar paso a una familia de mas comensales que nosotros, ya que la mesa donde estábamos era de 4 y había quedado libre una de 2... Así que una vez resuelta esta encrucijada, donde por cierto te ponen entre la espada y la pared, y ya acomodados en la nueva ubicación, nos disponemos a pedir de mala gana la comida para intentar darle una segunda oportunidad a este "prestigioso" local de comida italiana... No pienso que sea muy exigente o si... pero no veo muy profesional por parte del local que por muy amablemente que lo soliciten al cliente, te pidan cambiar de sitio para dejarlo a otra familia... En fin... corramos un tupido velo...
Aparece en escena el primero de los 2 platos que pedimos, la fondue de quesos. Una bandeja ovalada con la prometedora variedad de quesos fundidos acompañados de tostas de plan blanco rústico, muy a mi pesar resultaron escasas y no caseros. De esta mezcla de quesos fundidos, que eran 5 por cierto, sólo pudimos reconocer 3 y gracias a sus respectivos sabores tan característicos como son el queso Chedar, Roquefort y Cabrales. Al solicitarle a la empleada que nos atendía, si por favor nos podía traer mas tostas de pan, creo que no le hizo mucha gracias ya que las sirvió de mala gana en un minibol que nos dejo en la mesa como si de su casa se tratase.
Pasaron los minutos tras haber acabado el primer plato servido sin que nada saliese de la cocina en dirección a la mesa 2, que es donde estábamos sentados. Fruto del estres que provoca la falta de personal, la camarera que nos atendía nos dejó con la palabra en la boca ante la inquietud que nos acogía de saber como andaba nuestro plato y se fue a atender otros comensales... ya hacía unos 20/25 minutos que lo pedimos... Seguimos restando puntos...
A la recepción de nuestro plato estrella la PIZZA MITAD VERDE MITAD CABRALES he de decir que estaba mejor que el servicio pero no mejor que la decoración... la masa casera entre fina y gruesa de un diámetro de unos 30/35 cm, la mitad verde no estaba mal del todo destacando el sabor de la espinaca fresca y la cebolla. Respecto a la mitad cabrales comentar que el queso cabrales como las nueces brillaron por su ausencia, destacando el sabor de la cebolla caramelizada sobre todas los demás ingredientes además de los canónigos. La combinación de sabor no está mal del todo pero pienso que un equilibrio de los ingredientes en otras proporciones pueden hacer que gane mucho mas puntos.
En general una experiencia bastante infortunada, desde el minuto uno hasta el último bocado del último plato. No sólo no recomiendo este local sino que no me explico como podía estar lleno. A mi parecer ha caído mucho y la mejor alternativa si es que os decidís por ir es pedir la pizza para llevar.
Precio por persona 15/20 aproximadamente.
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